

Puede que no tengan un aspecto muy especial, pero ver este tipo de documentos en un mundo de fantasía nos hace entender lo inmerso que está el autor con su propia historia, así como su intento para que el lector se sienta igual que él. Sin embargo, lo que sí quiero destacar son las ilustraciones que se incluyen en este texto. Esa particularidad me deja un poco confundido porque no sé si lo que acabo de leer me ha gustado o no.

Fue un texto que no logró resolver las incógnitas que se desarrollaron, que no es imprescindible leerlo y que finalizó tan precipitadamente que su lectura se asemeja a acercarnos a un precipicio sin enterarnos, y caer al abismo en el momento menos esperado. La idea pudo desarrollarse mejor, ser más extensa e incluso convertirse en el cuarto libro de la saga, pero la realidad es otra desafortunadamente. Sí, es una lectura agradable y acompañar a Lyra y a Pantalaimon en sus andanzas siempre será un placer el problema es que cuando tomamos un libro ansiamos vivir una aventura completa, pero aquí eso no sucede porque esta historia es inconclusa, no tiene un argumento de mucha calidad y podría ser catalogada simplemente como un capítulo de un libro que nunca existió, y nada más que eso. Recuerdo que cuando leí la trilogía de La materia oscura en 2019, sentí que leía muchos sucesos en pocas páginas por lo que esperaba algo parecido en este pequeño relato, pero eso no ocurrió. Lo sé, suena extraño pero esa es la realidad. Estaba interesante pero el relato presentó una falla: Finalizó.Ī pesar de que El Oxford de Lyra es un relato corto de 61 páginas, creí que la historia sería un poco más extensa.
